La Influencia de tu Paradigma Mental En Tu Camino Hacia La Prosperidad

El ser humano es como una planta que nace para dar frutos. Ella nace, germina y se expande para servir a otros en diferentes formas.

De la misma manera el hombre está supuesto a nacer, germinar y expandirse para servir a otros. De esa forma puede ser retribuido. La Ley Cósmica Universal le da lo que se merece según sus acciones. Sin embargo, la mayoría de las personas no reciben nada ni mucho menos lo que esperan o desean.

Tradicionalmente se dice que “no avanzan” porque su paradigma mental los tiene encasillados, los paraliza y no les deja lograr sus propósitos.

En realidad el hombre es producto de su paradigma mental. “Dime lo que piensas y te diré quién eres”.

Y partiendo de esta premisa es necesario determinar qué es el paradigma mental y cuáles son sus componentes.

Analizaré un poquito y partiré de la premisa que eres producto de tus pensamientos.

Pero, ¿de dónde provienen los pensamientos? Los pensamientos son manifestaciones de los diferentes defectos sicológicos que todo ser humano tiene en su interior. Comúnmente son conocidos como los Pecados Capitales.

Los seres humanos al nacer traen en su interior una semilla llamada conciencia. Esta semilla es la expresión divina que todos traemos como calidad de humanos.

Lamentablemente la conciencia, en la mayoría de los casos, se encuentra encasillada, enjaulada por elementos indeseables que nos gobiernan y nos hacen actuar de manera contraria a nuestros deseos.

Los pecados capitales son como una maleza que rodea a la semilla divina impidiéndole germinar y expandirse. Por esa razón la semilla no se manifiesta. Los que se manifiestan son los defectos en forma de pensamientos, que luego adquieren forma de sentimientos y por último de acciones.

Cada manifestación de un defecto o de cada uno de los defectos va constituyendo nuestro paradigma mental.

Desde este punto de vista, el paradigma mental se alimenta y retroalimenta desde la manifestación de cada uno de los defectos sicológicos del ser humano.

El paradigma mental es pues el conjunto de elementos que conciente e inconscientemente están almacenados en nuestra mente y que afloran de manera conciente e inconsciente en cada instante de nuestra existencia.

Es el conjunto de pensamientos: valoraciones, mitos, creencias, dudas, temores, etc., etc., etc. que almacenamos desde nuestra niñez y que expandimos hasta que dejamos de existir.

¿Cómo adquirimos el paradigma mental?

Lo adquirimos desde niños, escuchando, en primer lugar, a los que nos rodean. En segundo lugar, permitiendo que nuestros defectos sicológicos nos gobiernen. En tercer lugar, siguiendo las tendencias de la mayoría de la población.

Como mencione anteriormente, el paradigma mental corresponde a pensamientos o manifestaciones que se relacionan estrechamente con los denominados “pecados capitales”.

Desde tu nacimiento has estado expuesto a una serie de ideas, creencias y mitos, los cuales se han ido constituyendo en tu conjunto de valores. Estos valores se arraigan y enclaustran en tu mente y delimitan tu existencia. Constituyen tu paradigma mental, que no viene a ser otra cosa más que la forma como ves el mundo, tu cosmovisión.

No eres consciente de esto, sin embargo su influencia es nefasta.

Son creencias, mitos o valores que adquiriste de forma inconsciente de tus padres, familiares y/o personas cercanas a tí desde tus primeros años de vida.

Desde niños y de instante a instante, las manifestaciones de estos defectos germinan y se van reforzando por el paradigma mental de padres y familiares, maestros de escuela y demás personas cercanas y de influencia en nuestras vidas, y, poco a poco, a medida que se van “engordando”, también van multiplicándose y luego expandiéndose.

Es de esa manera como una persona empieza a formar su paradigma mental.

Poco a poco, el ser humano empieza a almacenar un conjunto de valoraciones, mitos, creencias, dudas, temores, etc.; y, sin darse cuenta, empieza también a expandir elementos negativos.

Como resultado de esta expansión, no obtiene lo que desea o anhela, pues la Ley Universal le retribuye dándole lo que expande, no lo que desea.

Tu paradigma mental se alimenta y retroalimenta en cada momento de tu vida y en esa alimentación y retroalimentación es que te perjudica o favorece. Según sea esto, te conviertes en una persona exitosa o fracasada.

Por lo general, la mayoría de las veces no eres consciente de esta situación, razón por la cual tu paradigma mental te esclaviza y paraliza, imposibilitándote de toda posibilidad de éxito y autorrealización personal.

Por ejemplo, cuando piensas, “el dinero es el causante de todos los males” tienes un pensamiento que corresponde a una valoración que adquiriste sobre el dinero.

Esta valoración corresponde a una manifestación del defecto psicológico “envidia” y que, de manera inconsciente, lo tomaste de padres o familiares cercanos y del grupo social al cual perteneces y lo repites también de manera inconsciente.

Este pensamiento, guardado en el interior de tu mente, en determinado momento aflora, justo cuando hay otra manifestación de algún otro defecto en relación con el dinero.

Otro ejemplo, cuando dices, “no tengo tiempo”. Este pensamiento corresponde al defecto pereza y al miedo. También lo tomaste inconscientemente de los demás y lo repites de manera inconsciente y automática.

En realidad, las personas al decir esta expresión lo que están haciendo es evadir una acción o una responsabilidad consigo mismas, sea por pereza o por temor.

¿Por qué? Porque cambiar de vida requiere esfuerzo y cuando el defecto pereza te gobierna, entonces hay miles de “razones” para no hacer algo.

¿Cuál es la solución?

La solución es realizar un proceso de reestructuración del paradigma mental.

Mediante la reestructuración del paradigma mental puedes cambiar lo que expandes, puedes también cambiar tu realidad.

Puedes poner en armonía tu conciente e inconsciente. Puedes también armonizar tu mente con tu corazón. El resultado será favorable.

¿Cómo reestructurar tu paradigma mental?

Es necesario, en líneas generales, limpiar de toda esa “maleza” que rodea tu semilla divina llamada conciencia para que se manifieste tu parte divina. De esa manera podrán germinar y expandirse tus talentos y virtudes.

De esa forma podrás expandir elementos positivos y la Ley Universal te retribuirá de la misma manera.

Es imprescindible que entres en un estado de auto observación para poder realizar este proceso de manera efectiva y productiva. La auto observación tiene que darse de instante en instante.

Estar atento a cada una de las manifestaciones de tu mente es tu trabajo.

También es necesario que adoptes una fortaleza interna para que dé fuerza a tu voluntad. Sin voluntad suficiente no habrá buen resultado.

¿Cuáles son los pasos?

En primer lugar, descubrir el conjunto de elementos que conforman tu paradigma mental.

Es necesario conocer cuáles son todos los pensamientos que constantemente afloran en tu mente, incluyendo los positivos.

En segundo lugar, identificar los elementos negativos que quieres cambiar. Todos y cada uno de los pensamientos negativos.

En tercer lugar, eliminar estos elementos negativos. Al eliminarlos dejarán un espacio vacío que será ocupado por los nuevos elementos que germinen. La conciencia se enriquece y fortalece. Despierta.

En quinto lugar, alimentar eficiente y adecuadamente a los elementos que empiezan a nacer para fortalecerlos y enriquecerlos.

En sexto lugar, expandirlos, tanto a nivel oral por medio de las palabras habladas, como a nivel escrito por medio de las palabras escritas.

¿Cómo descubrir y/o conocer cuál es tu paradigma mental?

Como dije anteriormente, es necesario estar en un estado de auto observación.

Es imprescindible examinar muy detenidamente cada elemento que conforma tu paradigma mental.

Esto se logra a través de una serie de prácticas y de ejercicios mentales.

Empieza a notar y a anotar cada uno de los pensamientos que afloren en tu mente en cada momento de tu vida.

Por ejemplo, al momento de levantarte, de desayunar, de ir a trabajar, de almorzar, de trabajar, de descansar, de volver a casa, de estar con alguien, etc.

¿Por qué es necesario reestructurar tu Paradigma Mental?

Como dije anteriormente, cada una de las manifestaciones de los defectos sicológicos se presenta primeramente en forma de pensamientos. Si estos no son controlados, entonces pasan a manifestarse en forma de sentimientos y de allí redunda en las acciones.

Si se generan pensamientos negativos, entonces se generaran sentimientos negativos y se tendrán acciones negativas.

De allí la importancia de aprender a reestructurar tu paradigma mental, pues al hacerlo, estás modificando tus acciones y también lo que expandes.

Al permitir que tu conciencia se manifieste, es decir, al permitir que germinen, se enriquezcan y expandan elementos positivos (talentos y virtudes), entonces eso mismo vendrá a tí. Tus deseos se materializan.


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A tu servicio siempre,

Tula Alcocer,
Fundadora y Directora de la Escuela de Prosperidad Shri Sama
Creadora del Programa de Prosperidad Integral ACFA