Cómo Desarrollar La Inteligencia Social

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Estimad@ Lect@r,
El ser humano es un ser social por naturaleza.  Estamos rodeados de personas donde quiera que estemos; en el hogar, en el trabajo o centro de estudios, en el consultorio médico, en la parada del ómnibus, en el parque, etc.
La neurociencia ha descubierto que nuestro cerebro está diseñado para que seamos sociables. Esta es la razón por la que siempre influimos en la mente (y en el cuerpo) de los demás, al igual que los demás influyen en nosotros.
De hecho, Daniel Goleman en su último libro titulado Inteligencia Social hace referencia a la importancia del impacto de nuestras relaciones sociales en nuestra vida, en nuestra biología y en nuestra salud.
Para alcanzar prosperidad es necesario aprender a relacionarnos armoniosamente con los demás. Es por ello necesario aprender a desarrollar nuestra inteligencia social, que no es otra cosa que desarrollar la inteligencia que nos permite conocer y entender a los demás para desarrollar relaciones interpersonales armoniosas y duraderas.
La inteligencia social es una herramienta que nos servirá a lo largo de toda la vida al interactuar con los demás. Desarrollar tu inteligencia social te permitirá conocer a los demás y descubrir cómo piensan, cómo sienten, cómo se expresan, cómo actúan, e incluso, cómo reaccionan las personas de tu entorno.
Cuando conoces a las personas puedes ‘detectar’ buenos amigos o compañeros de trabajo, un buen socio de negocio, e incluso, a quien podría ser tu companer@ de toda la vida. También puede ayudarte a ‘detectar’ personas que te pueden hacer sufrir u originar algún tipo de problema.
La verdad es que si todos los seres humanos desarrolláramos un poquito la inteligencia social, habría menos sufrimiento y mejores relaciones interpersonales.
Se demuestra ser inteligentemente social cuando se desarrollan relaciones armoniosas y duraderas, se hacen amigos con facilidad, se es sensible a los cambios de humor, temperamento y sentimientos de los demás, se interpretan con precisión expresiones faciales o corporales, se coloca en el lugar del otro y se puede ver las cosas desde la perspectiva del otro, se comprende y respeta a los demás, pudiendo reconocer su punto de vista.
Asimismo, cuando se dirige y organiza a otros o se pertenece a clubes u organizaciones, se trabaja a gusto con otras personas, se escucha con atención, se sabe por qué las personas actúan en la forma en que lo hacen, etc.
Ser inteligente social incluye la habilidad para comprender y trabajar bien con otros; así como también la de expresarse a través del trabajo cooperativo y de tener destrezas de liderazgo.
Ahora bien, desarrollar la inteligencia social no significa que vas a dedicarte a solucionar los problemas de los demás.
Desarrollar la inteligencia social significa que tú vas a entender y comprender mejor a los que te rodean. Y cuando esto sucede, tus relaciones interpersonales mejoran.
¿Alguna vez has deseado que alguien que está a tu alrededor sea diferente? En realidad no podemos cambiar a nadie. De eso no se trata la inteligencia social. Pero si tú comprendes la sicología y actitud de los demás y respetas esa sicología y esa actitud, tus relaciones sociales mejorarán.
 Si quieres que los demás cambien, es preciso que tú cambies primero, una frase muy cierta. Y para que este cambio se dé es preciso desarrollar la inteligencia social.
Ahora bien, la inteligencia social es medible y puede ser sujeto de mejoramiento continuo. Es todo un reto, tanto a nivel individual, social, organizacional y empresarial.
La violencia intrafamiliar, la violación de los menores, las niñas callejeras, etc. son producto de la ausencia de inteligencia social.
 La dificultad para lograr acuerdos en los grupos de negociación de grupos rebeldes, es una clara demostración de que existe poca inteligencia social.
Los noticieros y los medios de comunicación todos los días están llenos de ejemplos de ausencia de inteligencia social.
Todo esto nos conduce a una ausencia de prosperidad. Esa es la razón por la cual es imprescindible aprender a desarrollarla.
Es necesario empezar a desarrollar la inteligencia social desde el hogar, en nuestros niños, jóvenes y adultos.
¿Cómo se desarrolla la inteligencia social?
La inteligencia social puede desarrollarse de varias maneras.
De acuerdo a mi experiencia, una de las claves del desarrollo de la inteligencia social es el autoconocimiento. Conócete a ti mismo y conocerás a los demás.
Cuando tú te conoces a ti mismo, es más sencillo empezar a conocer y a comprender a los demás.

Una de las claves del desarrollo de la inteligencia social es el aprender a conocer a las personas. Y una de las maneras de conocer a las personas es aprendiendo a conocer su forma de pensar, de sentir, de actuar y de reaccionar.
Otra de las maneras de desarrollar la inteligencia social es aplicando «La Regla de Oro». Es decir, tratando a los demás como a ti te gusta que te traten.
¿Quieres ser escuchado, respetado, valorado? Empieza a escuchar, respetar y valorar a los demás que luego ellos empezarán a escucharte, respetarte y valorarte. «Dar para recibir». Aprender a escuchar a las personas es una práctica sumamente valiosa que te permitirá además lograr una comunicación efectiva y afectiva.
También se desarrolla la inteligencia social interrelacionándonos con los demás y realizando una práctica constante de observación del comportamiento de las personas. Desarrollar la inteligencia social requiere conocer nuevas personas y descubrir su sicología.
Karl Albrectht nos propone un modelo que define como SPACE, compuesto por competencias y habilidades para tener éxito en las relaciones con otros.
Veamos.
Sensibilidad social, que es la habilidad de entender las situaciones del entorno y de interpretar el comportamiento de los individuos dentro de ese entorno. Él lo denomina el radar social.

Todos tenemos un radar social. Este permite a los seres humanos ‘detectar’ de manera intuitiva pensamientos y sentimientos incluso no expresados verbalmente.
Esa es la razón por la que algunos padres detectan alguna mentira o algún mal comportamiento de sus hijos sin que estos se lo digan, por ejemplo.


Presencia, a la que algunos denominan como comportamiento social: compuesto por las maneras sociales, la presentación personal, el lenguaje verbal y no verbal, el respeto de patrones culturales, la presencia personal, las posturas, los gestos.

El ser capaz de dejar una buena impresión, a la primera, ya que pocas veces hay una segunda oportunidad para dejar una buena impresión, es un buen ejemplo.


Autenticidad. El radar social de otras personas lee signos y mensajes que les permiten determinar si su comportamiento es auténtico y transparente. Es, por tanto, una colección de mensajes que facilitan una evaluación de la(s) persona(s) con la(s) cual(es) se está interactuando. La autenticidad genera confianza en la relación con otras personas.

Al actuar siempre con transparencia, sinceridad y honestidad y autenticidad estamos mostrando esta habilidad.


Claridad, que es la capacidad de comunicarse clara y transparentemente, lo cual es un elemento muy importante de la inteligencia social. Es la habilidad para expresar las ideas, ilustrar las mismas, transmitir información cuantitativa y cualitativa, la cual creará las condiciones para que exista cooperación y participación. Por tanto, la claridad contribuye al desarrollo de la inteligencia social, individual y colectiva.

Sin claridad no hay comunicación efectiva. Al comunicarnos efectiva y afectivamente estamos mostrando esta habilidad del desarrollo de la inteligencia social.

Empatía, la cual es la capacidad que permite conectarse con los sentimientos de los demás y de desarrollar intereses conjuntos.

La solidaridad, cooperación, generosidad y caridad son claros ejemplos de esta habilidad. ¿Eres generoso, caritativo, solidario? ¿Cooperas con los demás? 

Daniel Goleman, por su parte, nos propone ocho habilidades a desarrollar, cimentadas en dos pilares: la Conciencia Social y la Aptitud Social.

La Conciencia Social vendría a ser el cúmulo de sentimientos que tenemos hacia los demás derivados de la capacidad cerebral que nos permite ser empáticos, y que estaría compuesta por lo que Goleman define como la empatía primordial, la sintonía, la exactitud empática y la cognición social. Por su lado, la Aptitud Social vendría determinada por lo que hacemos con esa conciencia social, es decir, nuestro comportamiento relacional y que estaría determinado por la sincronía, la presentación de uno mismo, la influencia y el interés por los demás. 

Detallo a continuación estas habilidades. 

Empatía Primordial: sería la capacidad que tiene cada persona para detectar las expresiones emocionales o sentimientos de los demás. 

¿Eres capaz de darte cuenta si alguien a tu alrededor esta triste, feliz, preocupado, estresado, etc.?

Sintonía: viene a ser la capacidad que tenemos de prestar atención al otro desarrollando una escucha activa y completa. Cuando esta atención es mutua es cuando se produce un auténtico diálogo interpersonal. 

¿Escuchas a tus hijos, pareja, compañeros de trabajo, vecinos, etc.?

Exactitud Empática: esta habilidad viene determinada por la capacidad de comprender los motivos que están detrás de los sentimientos detectados a través de la empatía primordial y la sintonía.

Esto requiere una alta comprensión y conocimiento de los demás.
Por ejemplo, ¿eres capaz de detectar la razón por la que una persona alcohólica se suma en el alcoholismo?

Cognición Social: consiste en el conocimiento del funcionamiento político de la organización, del conocimiento de las reglas que rigen el funcionamiento de un grupo.

¿Eres consciente de las reglas que rigen en tu hogar, centro de estudios o centro laboral? 


Sincronía: capacidad de interpretar rápidamente los signos no verbales y que nos permite “danzar”, interactuar al unísono con el otro.

Esta habilidad te permite reconocer si alguien te esta escuchando interesadamente o con aburrimiento, o si alguien te esta mintiendo. ¿Sabes que también puedes detectar con el lenguaje no verbal o corporal si tu pareja te es fiel o infiel? ¿Eres capaz de reconocerlo?


Presentación personal: capacidad de transmitir la impresión adecuada de nosotros mismos según las circunstancias. El carisma es una de sus características.

La forma como te vendes ante los demás juega un rol imprescindible en tus relaciones interpersonales y en tu prosperidad. ¿Cómo te vendes a ti mismo? ¿Utilizas marketing de impacto?


Influencia: consiste en causar en el otro una impresión favorable que incite a la fiabilidad y a la amabilidad y con ello se consiga el resultado deseado.

Todos influimos en los demás de alguna manera, tanto positiva como negativamente. Influir positivamente te permite ser percibido como alguien atrayente e influyente y como alguien de valor. Ser percibido como alguien de valor te posiciona como experto y te permite alcanzar prosperidad.

¿Tienes la habilidad de convertirte en un Imán de Atracción?

Interés por los demás: refleja las ganas de comunicarnos, de relacionarnos con el otro para así entenderle mejor y poder desarrollar alguna acción social.

¿Te interesas genuinamente por los demás? Ten presente que el radar social de las personas detectan esta genuinidad. Hazlo frecuentemente.

Todas estas características se hacen necesarias en el núcleo familiar, de estudios y laboral o empresarial para potenciar de esa forma la competitividad de sus miembros y sus resultados, para dinamizar las relaciones familiares, amicales y laborales, y en el desempeño de los líderes espirituales y empresariales que han de gestionar esas relaciones. 

¿Te gustaría que tus padres, amigos y líderes espirituales y empresariales tuvieran estas habilidades? ¿No crees que sería necesario que tú también las tengas o desarrolles?

Todas las formas de relaciones humanas tienen una estructura bien marcada: la familia (padre, madre e hijos), los amigos (líder, seguidores), la empresa (jefe, empleados), la escuela (direct@r, maestros, alumnado). Y en dichas estructuras es esencial ser inteligente socialmente hablando, ya que ello conllevará unas relaciones más saludables, armoniosas y duraderas para todos. 

Te invito a poner en práctica todas estas habilidades del desarrollo de la inteligencia social. Puedes empezar a desarrollar una habilidad y luego otra.

A tu servicio siempre, 


Fortuna.